"Con la ayuda de las computadoras el compositor se convierte en una especie de piloto, navega en el espacio del sonido, a través de las constelaciones y galaxias sonoras ...".
Iannis Xenakis (1922-2001) es uno de los más radicales e importantes compositores del siglo XX. A comienzos de la década de 1950 formuló una teoría de la música estocástica, en 1958 co-fundó el
Groupe de Recherches Musicales, en 1961 fue pionero en el uso de computadoras para componer. Ha compuesto para una amplia gama de conjuntos y solistas instrumentales, sus
polytopes y espectáculos de sonido y luz.
"La música no es un idioma. Cualquier pieza musical es similar a una piedra con formas complejas, con estrías y dibujos grabados en la cima y puede ser descifrada de mil maneras diferentes sin encontrar la respuesta correcta o la mejor", escribió
Xenakis en su nota introductoria a la realización de su instalación de sonido y luz
Diatope en el Centro Pompidou de París en 1978, para la cual compuso el trabajo para siete canales
La Légende d'Eer (según
Platón). No es sorprendente que
Xenakis compara la música con una piedra, pues era arquitecto, los aspectos formales de las enormes obras electrónicas como
Persépolis y
La Légende d'Eer fueron elaborados en detalle meticuloso y son tan sólidos como una catedral gótica. Este extraordinario universo sonoro de pianos, arpas hebreas, tambores japoneses y ladrillos, golpeados y frotados uno contra el otro, es tan impresionante como expresivo, pero lo que hace los más de 45 minutos de música tan efectivos es la infalible precisión del compositor en la combinación de elementos concretos con su propia música electrónica, hecha con la asistencia de computadora, en un diseño formal de proporciones excelentes y estéticamente satisfactorios.
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